Saturday, August 01, 2009

Martín y su perrito Pecas

Pecas era el mejor amigo de Martín. Siempre se les podía ver corriendo en el jardín, jugando por la casa a la pelota, a peleas ( Pecas siempre se dejaba ganar ), al escondite...

- ¿Sabes que eres mi mejor amigo Pecas?
- ¡Guau! respondía el perrito.
- Siempre seré tu amigo y nunca te dejaré...

Pecas le miró con sus brillantes ojitos y esbozó con su boca una sonrisa, porque en Pecas sabía sonreír cómo sonríen también otros perros, aunque poca gente sabe que un pero pueda sonreír.

Un día, Pecas se puso enfermo y casi no se movía de su cesta. Martín se puso muy triste. Durante dos días no se separó de él. Al tercer día cuando Martín se despertó y se levantó de su cama fue a ver a Pecas a su cesta y la encontró vacía.

- ¡Mamaaaaaá! gritó Martín- ¿dónde está Pecas?

- Hijo... Pecas estaba muy enfermo y tuvo que marcharse al cielo, pero no te preocupes, allí hay otros perritos y jugará con ellos.

Martín sin entender nada dijo:
- ¿Al cielo?, pero yo quiero que vuelva y juegue conmigo. Pecas nunca me hubiera dejado...

La madre le miró triste y Martín corrió hacia ella y la abrazó llorando sin consuelo. Llovió todo el día y Martín miraba por la ventana como caía el agua en el jardín. Tan triste estaba que no habló con nadie hasta que anocheció. Cuando se fue a dormir su mamá fue a contarle un cuento para que no estuviera tan triste.

- Bueno Martín, ahora a dormir que necesitas descansar.

- Mamá ¿Pecas no volverá?

- Está jugando con otros perritos. Ahora a dormir.

Su mamá le dio un beso y se marchó. Desde su cama miró la luna y las estrellas por la ventana, hasta que sus ojos ya muy cansados se cerraron.

Un ladrido hizo que abriera los ojos y vio que ya no estaba en su cama sino en el jardín.

- ¡Guau! ¡Guau!

Pecas corrió hacia él y se abalanzó hasta tirarlo al suelo. El perrito le dio tantos besos que le dejó la cara empapada. Martín estaba muy contento de volver a ver a su amigo. Jugaron al escondite y a la pelota. Tan contento estaba el perrito de jugar con su amigo que pinchó la pelota sin querer.

- No importa Pecas, juguemos a las peleas.

Se remolcaron por el suelo y en realidad mas que una pelea era rodar los dos abrazados.

- ¡Cuidado Pecas! , me has agujereado los pantalones, y son los pantalones nuevos que me compró mamá.

- ¡Guaau! respondió Pecas.

- Mira Pecas, para que mamá no se enfade con nosotros, cogeremos las rosas mes bonitas del rosal y le regalaremos un ramo.

Entre los dos escogieron las rosas más hermosas e hicieron un ramo que pusieron en el jarrón del comedor. Mientras Martín colocaba las rosas en el jarron se pinchó un dedo.

- ¡Ayyy!

Martí se despertó exaltado. Ya era de día.

- ¿Ya te has despertado hijo mío? –Gritó su mamá desde la cocina.- Ahora vendré a vestirte que hay que ir a la escuela.

Martín corrió hacia la cesta de Pecas, pero la encontró vacía. Miró su dedo y seguía sangrando.

- ¿Cómo te has hecho esto Martín?- preguntó su mamá.- Ven y te curaré.

Cuando su mamá lo vestía le preguntó:

- ¿Cuándo te has agujereado los pantalones nuevos que te compré ?.

Martín la miró sin contestar y sonrió. Bajaron la escalera para ir a la cocina y Martín vio en la caja de los juguetes como la pelota con la cual siempre jugaba con Pecas estaba pinchada. La mamá de Martín le preparó en la cocina la merienda del colegio y le extrañó ver a su hijo con una sonrisa a la cara, pero a la vez se alegró de ver que ya no estaba tan triste.

- Martín, antes de acompañarte al colegio iremos al jardín a ver las rosas porque creo que ya se han abierto. Toda la casa huele a rosas.

- Mamá, el perfume a rosas no viene del jardín, son las rosas que hay en el jarrón del comedor.

- Pero si ayer estaba vacío Martín.

Fueron al comedor y encontraron un ramo con las rosas más preciosas y perfumadas que jamás habían visto.

Martí nunca le contó a nadie su sueño, ni como llegaron estas rosas al jarrón, y desde ese día supo que aunque la cesta de Pecas estaba vacía, no le había abandonado, que siempre seria su amigo, su mejor amigo...

Jaime Pons

Saturday, July 18, 2009

Párrafo extraido del film El extraño caso de Benjamin Button

Nunca es demasiado tarde para ser quien quieras ser
no hay límite en el tiempo, empieza cuando quieras.
Puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto.
De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa…
espero que tu saques la positiva.
Espero que veas cosas que te sorprendan,
espero que sientas cosas que nunca hayas sentido,
espero que conozcas personas con otro punto de vista,
espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa…
y si ves que no es asi…
espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo.

Saturday, July 11, 2009

LA AMISTAD ( extraido de internet )

-Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo -dijo un soldado a su teniente.

-Permiso denegado- replicó el oficial.- No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto-.

Haciendo caso omiso de la prohibición, el soldado salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.

El oficial estaba furioso:
-Ya le dije yo que había muerto!!! Dígame... ¿Merecía la pena ir allí para traer un cadáver?

Y el soldado moribundo respondió

- Claro que sí, señor! Cuando lo encontré todavía estaba vivo y pudo decirme:

"Estaba seguro de que vendrías!"

Friday, July 10, 2009

EL VERDADERO AMOR ( extraido de internet )

Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para curarse una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se la curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un alzehimer muy avanzado.
Mientras terminaba de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.


- No – me dijo – ella ya no sabe quien soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado


- ¿ y si ya no sabe quién es usted, por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?- .


Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo:


-Ella no sabe quién soy yo, pero yo sé muy bien quien es ella-.


Tuve que contener las lágrimas y mientras salía pensé…


Esa es la clase de amor que quiero para mi vida; el verdadero amor no se reduce a lo físico o a lo romántico, el verdadero amor es la aceptación de lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será, y de lo que ya nunca podrá ser.

Sunday, July 05, 2009

La rosa blanca

Era la primera vez que Martín se enamoraba. Era un amor en silencio como suele ser el primer amor, un amor de verla y no decirle nada, de pensarla, de soñarla sin que ella sospechara, era un amor de escribirle cartas que nunca leería.

Cuando la veía se alejaba, su timidez le impedía relacionarse con ella, ni siquiera era capaz de mirarla todo el tiempo que le pedía su corazón. Se conformaba con mirarla en una foto de una acampada donde aparecía junto a otros compañeros de clase.

Una mañana de domingo se sentó junto al rosal de rosas blancas de su jardín, sacó la foto y mientras la miraba una gota de rocío cayó sobre el rostro de Martín; levantó los ojos y vio que venía de una rosa blanca. Al cabo de unos instantes volvió a caer otra gotita de la misma rosa. Martín se quedó mirándola y vio como en realidad la rosa estaba llorando.

- ¿Por qué lloras rosa blanca ?

- Porque creía ser yo la más bella, pero ella lo es más.

- ¿Por qué lloras rosa blanca ?

- Porque pensaba que la piel de mis pétalos era la más suave, pero lo es la suya.

- ¿Por qué lloras rosa blanca ?

- Porque creía tener en mí la dulzura, pero está en sus labios.

- ¿Por qué lloras rosa blanca ?

- Porque pensaba que la pureza estaba en el blancor de mi candidez, pero está en el amor que siente tu corazón.

Ya no sólo eran las lágrimas de la rosa las que bañaban el rostro de Martín.

- ¿Por qué lloras tú ?- preguntó la rosa.

Martín permaneció en silencio, y entonces la rosa le dijo:

- Las flores cuando florecemos lo hacemos por alguna razón, y yo todavía estaba buscando la mia, pero tú me has ayudado a encontrarla...

A la mañana siguiente en clase, cuando tocó el timbre todos salieron menos ella, que se quedó un momento para ver qué era aquello que alguien había dejado bajo su pupitre. Era una rosa blanca con una nota...

“ El sueño de esta rosa blanca es morir a tus manos “



Jaume Pons